Se realiza de manera ambulatoria y no requiere de la utilización de sutura.
Los frenillos son unos pliegues de la mucosa que unen dos superficies contiguas, y que en determinadas situaciones pueden causar problemas ortodóncicos, fonéticos, periodontales y protésicos, debido a variaciones en su forma, tamaño y posición.
Según su localización se clasifican en:
Cuando el frenillo labial superior es demasiado grueso y se inserta demasiado abajo (cerca de los incisivos), puede producir una separación anormalmente grande entre los incisivos superiores, así como, en casos extremos, dificultad para mover el labio superior. Esta separación entre los dientes ocasiona además alteraciones de la fonética del paciente produciendo un sonido balbuceante o de silbido por causa del espacio existente, aunque este problema ocurre en casos muy severos.
El frenillo labial inferior ocasiona muchas menos alteraciones que el superior, entre las que destaca la retracción gingival y la gingivitis, debido a la imposibilidad del paciente en hacer una higiene bucal correcta.
El frenillo lingual puede ser excesivamente corto, produciendo una serie de alteraciones que van a dificultar el desarrollo normal del niño.
Se corrige mediante intervención quirúrgica que consiste en la eliminación total del frenillo y de su inserción (frenectomía) o reubicando la inserción del frenillo en una posición normal (frenotomía).
Si después de la cirugía del frenillo labial superior no se consigue el cierre del espacio entre los incisivos superiores, se requerirá tratamiento de ortodoncia.